El vaso de almacenamiento se ejecuta mediante la excavación del terreno, y creación de los diques o terraplenes compactados con la tierra excavada, compensando ambos volumenes para evitar el aporte externo de tierras y transporte a vertedero. Se debe garantizar la estabilidad de los taludes, y controlar exhaustivamente el grado de compactación de las capas de terraplen.

Una vez terminados los movimientos de tierras y creado el embalse, se procede a su impermeabilización con el fin de evitar las perdidas de agua por el terreno. En primer lugar se extiende una capa de geotextil para garantizar la protección de la lámina impermebilizante y después se instala ésta. El material aconsejable es el PEAD por su durabilidad y resistencia a las radiaciones solares, uniéndose los distintos paños de lámina mediante soldaduras eléctricas que se comprueban en su totalidad para garantizar la estanqueidad del conjunto.

Además de las obras principales de movimiento de tierras e impermeabilizacion, se deben diseñar otras menores pero imprescindibles. Previo a la impermebilización, se instalan sistemas de drenaje mediante tuberías ranuradas corrugadas en el fondo del vaso que evacuarán fuera de la balsa el agua en caso de rotura de la lámina, ayudando a su detección. Además se realiza el cerramiento de protección de la balsa, construcción de aliviadero e instalaciones de entrada y salida del agua